Me apagó el abanico

Llevo 23 años durmiendo con el socio.

Hoy me apagó el abanico.

Un sábado a las 6:30 am, me apagó el puto abanico.

El abanico es sagrado y su operación no depende de la temperatura ambiental. El abanico lo apago YO cuando me de la gana de salirme de la cama. Si le da frío, pues que se arrope, puñeta.

No hay nada que me haga despertar mas rápido que el click del abanico. Ni un bebé llorando, ni un teléfono sonando. Nada.

Flashback total a las guerras mañaneras de mi mamá con mis hermanos tratando de levantarlos para ir a la escuela. Yo, que tengo el sueño liviano y soy rapidita, podría haber dormido casi 45 minutos mas cada mañana de mi vida escolar sin el marrrrrrrrdito click del abanico.

Claro, que mi hermana -que era la difícil de despertar- ni se enteraba, pero yo ya no podía dormir mas.

Y viene el hombre que me juró amor eterno a apagarme el cabrón abanico. Sabado. Seis y treinta de la mañana.

VEINTITRES AÑOS TIRADOS POR LA BORDA.

Nada, eso. Espero que su mañana comience mejor que la mía. ¡Buenos días!

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