A puño y abrazos

Querida Peki, ay chica, no sé ni que decirte. El asunto está complicado. Quisiera poder darte ánimo y decirte que sigas pa’lante con tu testimonio. Pero se me atraganta.

Quien haya pasado el calvario de pisar una corte o cuartel de policía para reportar acoso o abuso/violencia doméstica sabe que para lograr algo hace falta tener mas estámina que pa’ correr el maratón de Boston y tener el cuero mas duro que un tambor.

Y eso es cuando el asunto es entre gente normal, no me quiero imaginar cuanto peor será cuando se ventila en los medios y la muñeca innombrable hace de ti un chiste.

Si se le suma el desmadre hormonal de un embarazo perdido, uff. Está cabrón.

¿Que si tu has sufrido mas que Juanma en todo esto? Pues si. El no la ha pasado fácil definitivamente, pero ha sido de ti de quién la gente se ha burlado, de quién han dudado, de quién han dicho barbaridades.

No hay que ser santa, virgen, pura ni casta para hacer valer tus derechos. No hay que ser elegante, culta ni fina para merecerse un trato digno ante la ley. Solo se requiere ser human@. Mas ná.

A mi no me cabe duda de que el sistema está diseñado precisamente para agotar a la víctima a beneficio del ofensor.

Hay muchas mujeres viviendo en situciones abusivas que están siguiendo tu caso de cerca para ver si vale la pena o no radicar esa querella a la que llevan años dándole vueltas. Para ellas, una vez mas el cuadre salda con pérdidas. Esto me rompe el corazón.

Ojalá que no te quites pero tu sabrás mejor que cualquiera de nosotros con lo que te enfrentas.

Ahora te voy a decir una cosa y te dejo con mis 2¢, lo tuyo con Juanma es algo tóxico. Enfermo. Necesitas romper ese vicio de amor a puño y abrazos.

La adicción al ciclo de adrenalina en la pelea y la dopamina en la reconciliación es tan real como la de a la heroína.

Necesitas buscar ayuda para romper esta codependecia y sanar. De lo contrario vas a acabar volviendo con él, si es que ya no lo has hecho, para repetir lo mismo. Ojalá te liberes de ese ciclo y no vuelvas a encabezar la prensa con otra desgracia igual o peor.

Te deseo lo mejor. Hay muchas mirándose en tu espejo.

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A cualquiera le puede pasar